Un día como hoy, del año 2014, se disputaba el encuentro de semifinales de la Copa Mundial de ese año, que enfrentó al seleccionado local de Brasil con el combinado de Alemania en un partido que finalizó con la histórica derrota del equipo anfitrión, goleado con 7 goles contra 1.
La vergonzosa derrota de Brasil, anfitrión de la Copa Mundial 2014, desencadenó una inevitable conexión con otra caída histórica, cuando la Verdeamarela, anfitriona también de la Copa Mundial 1950, perdió la final frente a Uruguay en un partido que saltó a la historia como el Maracanazo, en mención al estadio Maracaná de Río de Janeiro en donde se disputó.
En directa alusión al Maracanazo, la fatídica goleada contra Alemania, que se dio en el partido jugado en el estadio Mineirão de Belo Horizonte, saltó a la historia del fútbol mundial como el Mineirazo, especialmente por la introducción del término que hizo la prensa escrita y audiovisual de Brasil.
Según el consenso, la caída por siete goles contra uno representa la peor derrota en la historia del seleccionado brasilero, comparable en segunda instancia con la derrota frente a Uruguay en el Campeonato Sudamericano de Selecciones de 1920, cuando cayó por seis goles, sin marcar ninguno a favor.
La eliminación contra Alemania significó, además, el fin de 39 años ininterrumpidos sin que Brasil perdiera como local en competiciones oficiales, lo que había ocurrido por última vez en la Copa América de 1975, cuando cayó 3 a 1 frente al seleccionado de Perú, también en el estadio Mineirão.